Imagina todo el sabor de una sidra sin los efectos secundarios y millones de probióticos. Esa es Eva.
La elegancia del té verde pero con un toque fermentado que le da un sabor más intenso. Este sabor clásico es clásico por algo... porque es delicioso.
La intensidad de la flor de jamaica se une con la sutileza de la hierbabuena. Ni muy muy, ni tan tan. Balanceada, como tú.